Había una
vez en un bosque encantado dos niños que se llaman Juan y Pedro. Estaban
jugando con su pelota, su mamá los llamó a comer y ellos le preguntaron si
después podían volver ir a jugar cuando
terminaran de comer y les dijo que si, pero ¡tienen que comer todo! ellos le
contestaron OK.
Terminaron
de comer y volvieron a jugar. Estaban jugando con su pelota y Juan la tiró muy
lejos y Pedro la fue a buscar y apareció
una bruja malvada, con dientes horribles, etc. La bruja le dijo a los chicos si
querían ir a su castillo de caramelos. Los chicos fueron, la bruja iba atrás de
ellos y con su risa decía que se los iba
a comer. Llegaron al castillo de la
bruja y los hizo sentarse. Los chicos preguntaron si tenía algo para comer, la
bruja contestó que sí, dijo tengo pastelitos, ¿les gustan los pastelitos? Ellos
respondieron que si. Entonces ese momento la bruja hizo los pastelitos y se los
comieron.
Llegó un
momento donde los chicos se durmieron. Al rato se despertaron y estaban atados
y la bruja estaba haciendo la receta para cocinarlos. Los chicos silbaron para
llamar a su amigo dragón que se llama Henry. Henry los escuchó y fue volando lo
más rápido posible. Ellos le pidieron que los saque de ahí. El dragón les dijo
que se corrieran y le echó fuego al castillo. La bruja, asustada, salió volando
con su escoba. El dragón trató de llevarlos en su lomo pero la bruja les echó
un hechizo y estaban en una burbuja que
no la podía romper nadie. El dragón le echó fuego a su escoba y la bruja cayó,
la burbuja se rompió y los chicos fueron libres. El dragón los subió a su lomo
y los llevó con su mamá.
Henry fue de vuelta con la bruja y le dijo que
no volviera a molestar a nadie más con sus hechizos y la bruja le dijo bueno
está bien ya no voy a molestar a nadie más con mis hechizos. El dragón la llevó a la cárcel del palacio en
donde él vivía y le dijo ahí te quedarás
toda tu vida.
Henry fue a ver cómo estaban los niños y éstos
le agradecieron al dragón por rescatarlos porque sin él ya hubiesen sido comidos por la bruja malvada.
Los niños le contaron a su mamá lo que habían pasado en el castillo de la bruja
malvada y la madre sorprendida por todo lo que le contaban sus hijos ella les
pidió perdón por no estar con ellos cuando estaban jugando afuera. ¡No les
hubiese pasado nada si yo no hubiese estado ahí afuera!. Los niños le dijeron a
la madre que ella no tenía la culpa porque ellos le dijeron si a la bruja
malvada para ir a su casa. Ellos tuvieron de experiencia de que no hay que
decirle si a cualquier persona, primero hay que conocerla bien porque les puede
pasar lo mismo que a ellos.
La madre
dijo: “para que no les vuelta a pasar lo mismo nos vamos a ir a vivir a la
ciudad de Tecnolopis”. Se mudaron y con sus amigos, familiares, etc. Están contentos de tener amigos que nunca les
va a hacer maldad.
Pasaron los
años y bruja salió y ella, después de salir, dijo “no quiero ser más mala”. Después
la bruja fue a pedir perdón a los niños y los niños la perdonaron y fueron muy
amigos y así termina este cuento feliz y contento.
FIN
Agostina Cejas,
Primer año “B”, turno mañana.
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