Como
una estudiante próxima a introducirse en el mundo laboral, considero
importante dar a conocer los efectos negativos que el estrés,
específicamente en el trabajo, causa a nuestro cuerpo. Además,
hablaré sobre las diferentes realidades que se viven en algunos
países, respecto a este tema.
La
mayoría de las personas trabajarán alrededor de 40 años, más de
la mitad de su vida. Tengamos en cuenta que muchos comienzan su
recorrido por el mundo laboral incluso antes de finalizar los
estudios secundarios. Estos años pueden parecer una eternidad a
algunas personas que viven permanentemente estresados. Sabemos que
esto es malo para nosotros, pero ¿de qué manera afecta el estrés a
nuestra salud? Lo curioso es que no en todo el mundo ocurre lo mismo.
Espero poder brindarles algo de información acerca de estos temas.
Comencemos
definiendo el estrés laboral. La Organización Mundial de la Salud
dice que “es aquella presión excesiva que afecta negativamente a
la salud psicológica y física de los trabajadores, y a la eficacia
de las entidades para las que trabajan”. Podemos decir entonces
que, un trabajador estresado suele ser más enfermizo, estar poco
motivado, ser menos productivo y tener menos seguridad laboral. Sin
embargo, no debe confundirse presión
o reto
con estrés.
Debido a las exigencias del entorno laboral actual, es imposible que
no exista presión en el trabajador. Ésta, incluso mantiene alerta y
motivados a los trabajadores, pero el estrés aparece cuando esa
presión es excesiva o difícil de controlar y esto, sin duda
repercute en nuestra salud física y mental. Personalmente, creo que
la presión, impuesta por otros o por uno mismo, es beneficiosa.
Muchas veces ayuda a concentrarse al momento de trabajar, aunque
puede ser contraproducente. Esto dependerá de la personalidad de
cada individuo y de cuánta presión uno puede soportar. Por mi
experiencia en el secundario, puedo decir que las fechas límites y
mi propio deseo de superación, me hacen estar ligeramente estresada.
Digo esto, porque a veces me lleva a no poder dormir, a tener dolores
de cabeza y sentirme muy ansiosa. Esto siempre me trajo buenos
resultados, es la manera en que yo consigo ser productiva, aunque soy
consciente que no es beneficioso para mi salud.
Ahora,
observemos algunas estadísticas acerca del estrés laboral y sus
consecuencias. Según el Instituto Americano de Estrés, la causa
principal del 60% de todas las enfermedades humanas es el estrés. No
sólo eso, sino que aumenta en un 40% el riesgo de enfermedades
cardíacas como arritmias, cardiopatías isquémicas, hipertensión
arterial, etc. También, aumenta en un 50% el riesgo de padecer una
apoplejía. Además, otras enfermedades asociadas al estrés son
diabetes, úlcera, colon irritable, amenorrea, insomnio,
contracturas, depresión, ansiedad y más. Con estos alarmantes
datos, deberíamos empezar a reflexionar acerca de la sociedad que
todos estamos promoviendo.
Alrededor
del mundo, el estrés se convierte en un asesino silencioso. En
países como Japón o Corea del Sur, la presión por la perfección y
el estrés los posiciona entre los más altos puestos en los rankings
de suicidios por estrés, sin contar las muertes por enfermedades a
raíz del mismo. En Japón, incluso existe una palabra karõshi,
que
significa “muerte por exceso de trabajo”. Lamentablemente, este
fenómeno no conoce barreras: ya hay casos registrados de karõshi
en México.
Al
investigar más profundamente sobre este tema, nos encontramos con
hechos preocupantes y algunos sorprendentes. Por ejemplo, en Estados
Unidos, no hay una ley o norma que obligue a las compañías otorgar
vacaciones pagas a sus empleados (aunque algunas lo hacen). En
contraste, países como Francia y Austria cuentan con treinta días
de vacaciones pagas además de ocho feriados. Podemos ver que el
panorama mundial es muy diferente y a la vez, no. Incluso en la
soñada Francia hay casos de suicidio por estrés laboral.
A
veces, tendemos a idealizar ciertos países y llegamos a creer que
“ellos la pasan mejor”. Yo también me considero culpable de
esto. Pienso que es muy importante informarnos acerca de otras
realidades existentes. Luego de exponer esta información y mi
opinión al respecto, espero haberlos hecho reflexionar sobre la vida
que llevamos y las presiones que permitimos que se conviertan en
estrés. Ojalá esto los lleve a buscar alternativas al imparable
ritmo de vida que llevamos.
Victoria Azabal, 6to Naturales, turno mañana.