Yasmín
Pereyra – Josué Allende – Milagros Oviedo – Diego Cuello
Segundo B, turno tarde.
Era
una noche lluviosa del 14 de julio, la gente dormía profundamente en
sus camas y de la nada se escuchó un disparo. La gente asustada
llamó al oficial Ramirez.
El
oficial fue a donde se escuchó el disparo y encontró el cuerpo
tirado de un chico y el arma homicida tirada en la basura. Ramirez al
ver el desastre llamó a los médicos forenses para que investigaran
si había huellas dactilares en el cuerpo o en el arma. También
mandó a buscar información sobre el asesinado; encontraron que se
llamaba Gabriel Rodríguez, que tenía 22 años y era de nacionalidad
rusa. También que tuvo problemas con las drogas y vendía con
alguien esas drogas. Ese alguien era Santiago Gonzalez, tenía 26
años, era de nacionalidad chilena y tenía muchos problemas con las
drogas y su familia.
Pasaron
los días y todas las hipótesis señalaban a Santiago como el
culpable, pero él decía que no era. Al día siguiente, llegó una
señora a testificar y le contó a Ramirez todo lo que pasó esa
noche. Le dijo que Santiago lo asesinó a Gabriel porque le debía
dinero.
El
acusado fue a juicio y el juez lo sentenció a 20 años de prisión.
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