Reelaboración
de la Leyenda de la flor del Ceibo.
Cuenta
la leyenda que esta flor es el alma de la indiecita Anahí. La más
fea de una tribu indomable que habitaba en las orillas del Río
Paraná.
Anahí
tenía una dulce voz, quizás la más bella oída jamás en aquellos
parajes. Además era rebelde como los de su raza y amante de la
libertad como los pájaros del bosque.
Un
día la tomaron prisionera. La tuvieron días y días encerrada en un
calabozo frío y oscuro.
Al
día siguiente, uno de los guardianes entró al calabozo y le dió un
líquido raro para tomar. Anahí lo bebió.
A
la mañana siguiente, al despertar se sentía rara. Pidió permiso
para salir un rato al bosque acompañada por un guardía. Lentamente
se fue convirtiendo en una flor bella y libre, de color rojo carmín.
Rocío
Núñez, Primer año “B”, turno mañana.
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