Reelaboración
de la Leyenda del Chogüí.
Cuentan
que Chogüí era un indiecito que vivía en una tribu con sus padres
en la selva misionera.
Su
cuerpo estaba tostado por el sol ardiente de esa zona y sus ojos
inteligentes eran negros y rasgados como los indios de su raza. Pero
Chogüí no era un indio como todos. En lugar de jugar con otros
niños se internaba en la selva para hablar con los pájaros a los
cuales él consideraba sus mejores amigos.
Muchas
veces, sentado sobre el tronco de un viejo timbó tomaba su flauta y
tocaba dulces melodías que las aves respondían con armoniosos
trinos. Casi siempre, al atardecer, se veía en un claro del bosque
al niño con su flauta, rodeado de pájaros que revoloteaban
alrededor de él.
Un
día llegaron unos cazadores y empiezan a encerrar a los pájaros y a
dispararles y Chogüí se fue corriendo, y a los pájaros los
encerraron a todos en las jaulas.
Chogüí
comenzó a perseguir a los cazadores porque se llevaban a sus amigos
los pájaros hasta que los encontró. Les quitó la jaula y Chogüí
la abrió y soltó a los pájaros. Los cazadores le dispararon a
Chogüí y lo hirieron. Vinieron los pájaros y curaron a Chogüí y
de sus heridas le salieron plumas. Se convirtió en un pájaro
amarillo y estaba felíz de volar con sus amigos.
Franco
Torres, Primer año “B”, turno mañana.
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