lunes, 23 de junio de 2014

Reelaboración de la Leyenda de la flor de Ceibo. II

Reelaboración de la Leyenda de la flor de Ceibo.

Cuenta la leyenda que la indiecita Anahí era la más fea de una tribu indomable que habitaba en las orillas del Río Paraná.
Anahí tenía una dulce voz, quizás la más bella oida jamás en aquellos parajes. Además era rebelde como los de su raza y amante de la libertad como los pájaros del bosque.
Un día la tomaron prisionera. Ella decidida clavó un puñal a su guardián y corrió y corrió.
Se estaba haciendo de noche y no había nada para comer. Con una rama dura golpeó un pájaro e hizo fuego como le habían enseñado en la tribu. Se comió el pájaro. Al otro día estaba más hambrienta que nunca. Vió un árbol a lo lejos y fue hasta él para ver si habían caído frutos. Encontró y agarró la manzana más grande y más brillante.
Estaba cerca de los que la tomaron prisionera. Se fue, y cuando iba a refugiarse encontró uvas, las comió y se acostó a dormir.
Una siesta, cuando se levantó y comió la manzana, después de treinta minutos apareció sentada en un árbol. Nadie sabe cómo, pero se estaba convirtiendo en un árbol con flores rojas.

Facundo Gomez, Primer año “B”, turno mañana.

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