martes, 9 de septiembre de 2014

Aurora y su príncipe.

Había una vez un pueblo muy muy lejano que se llamaba Flor de Rosas. Allí había muchos niños, animales y un hermoso castillo.
En el castillo vivía un rey y una reina que habían tenido una hermosa niña que llamaron Aurora.
Cuando se enteró todo el pueblo de Aurora fueron a festejar las hadas contentas y los niños felices. Pero había una sola persona que no la quería ni ver. Mandó a su dragón a que vaya a ver que tramaba el pueblo hacer con la princesa Aurora.
Las hadas fueron a darle un don para cuando sea grande. La hada Rosa le dio el don del amor, la hada Azul le dio el don de la belleza y el hada Violeta, justo cuando estaba por darle su don, llegó la desconocida que no la quería. Ésta le dijo al rey, permíteme darle mi don a la bella Aurora y le tiró un hechizo: cuando sea grande, al cumplir los 16 años, antes que se ponga el sol, se pinchará el dedo con la espina de una rama y se dormirá. Solo el amor verdadero la despertará.
El rey se puso nervioso y pidió que lleven a Aurora al campo y las hadas debían hacerse cargo de la niña. No la dejarían salir hasta que cumpla los 16 años.
Pasó el tiempo, a los 15 años Aurora se encuentra con un sapo y éste le dice, bésame bella princesa y me convertiré en un bello príncipe. Aurora le hizo caso, lo besa y el sapo se convierte en un hermoso príncipe y se enamoran.
Al cumplir los 16 años Aurora descubre la verdad. Entonces va al bosque y se pincha el dedo y se duerme. El príncipe la besa y le dice te devuelvo el beso. Aurora se despierta.
Pasan los años y Aurora y el príncipe deciden casarse y le piden permiso al rey, quien acepta dando el si.
Hay fiesta en el castillo, todo es felicidad para el pueblo y los nuevos reyes.

Giuliana Pellegrini. Primer año “B”, turno mañana.

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